#EntrevistaCFF: COVID-19: el antes y el después del CurtÀneu y del FESTIMATGE

El CurtÀneu y el FESTIMATGE son dos de los festivales y muestras que el año pasado se vieron obligados a anular sus ediciones como consecuencia de la COVID-19. Los dos tienen lugar en sitios alejados del área metropolitana de Barcelona, que a menudo concentran gran parte de la oferta cultural. Aun así, cuentan con una fuerte implicación y participación de la ciudadanía local. Gracias a los festivales y a las muestras de cine que deslocalizan sus programaciones, el cine llega a localidades donde, de otra manera, no llegaría.

El CurtÀneu, la Muestra Internacional de Cortometrajes en les Valls de Àneu, acerca el cine a los habitantes de les Valls de Àneu. Su última edición, celebrada en la primavera del 2019, reunió más de 800 personas. El FESTIMATGE, Festival de la Imagen de Calella, tiene lugar en Calella, en el Maresme. Incluye proyecciones cinematográficas y, además, exposiciones y talleres que nos hablan de cine y fotografía. El pasado marzo de 2020, después de un aplazamiento, el festival comunicó su cancelación y rindió un pequeño homenaje a las obras premiadas.

Un año después, los dos festivales ponen en marcha nuevas ediciones y vuelven con mucha fuerza. Por este motivo, hemos querido conocer algo más su experiencia hablando con Xavier Rigola, presidente de Foto-Film Calella, entidad que organiza el FESTIMATGE, y con Ramon Alaró, presidente del CurtÀneu.


Dificultades y aprendizajes surgidos a raíz de la COVID-19

El impacto de la COVID-19 ha obligado a las organizaciones culturales a tomar decisiones con rapidez y a actuar con un margen de tiempo corto y convulso. Tal y como nos indican Xavier Rigola y Ramon Alaró, en los últimos doce meses los festivales y las muestras de cine han aprendido a gestionar mejor los inconvenientes fruto de las afectaciones. Incluso, admiten que han sabido encontrar oportunidades en los problemas. Por ejemplo, desde el CurtÀneu han decidido organizar dos ediciones en 2021: en mayo (del 27 al 30 de mayo, la 5ª edición) y en noviembre (la 6ª edición).

Impacto de las afectaciones en el acceso a la cultura

El CurtÀneu y el FESTIMATGE son dos festivales que influyen enormemente en el territorio donde tienen lugar: la ciudadanía que habita lejos de las grandes ciudades, a menudo tienen menos oportunidades para acceder a determinadas formas de cultura. Es por este motivo que desde la Catalunya Film Festivals reivindicamos y defendemos la importancia de descentralizar la oferta cultural mediante programas itinerantes.

La delicada situación causada por la pandemia ha estrechado las alianzas. El acompañamiento, la implicación y la asociación con entidades e instituciones del sector ha supuesto, para el conjunto de festivales, un pilar de apoyo muy importante en estos tiempos tan complicados. Desde las dos organizaciones nos explican que recibieron mucho apoyo por parte de las administraciones locales y que juntos gestionaron la situación de la mejor manera posible. El acompañamiento que recibieron sirvió para animar un estado de ánimo que, según el FESTIMATGE fue muy duro; ahora están convencidos de que todo el mundo entendió la decisión que tuvieron que tomar. Desde CurtÀneu, por ejemplo, Alaró reconoce que “el aplazamiento de la edición del 2020 fue la mejor decisión: patrocinadores y espectadores entendieron que era el mejor camino”. Rigola añade que el esfuerzo de decenas de profesionales se vio frustrado porque “la organización de un festival implica a mucha gente del alrededor (públicos, patrocinadores, colaboradores…)”.

Cambios y novedades 2021

Este retorno supone, para muchos festivales, una oportunidad para generar nuevas sinergias y experimentar dentro de su programación, así como también la oportunidad de atraer a nuevos públicos. El FESTIMATGE celebra que pueda celebrar su inauguración en un nuevo espacio municipal que ha sido finalizado en el transcurso de estos dos años. También celebra poder realizar el 1.º Encuentro En línea de Cine 9,5 mm a Europa, una oportunidad única en todo el mundo que le permite al festival ampliar sus horizontes.

Desde el CurtÀneu señalan que “será una nueva experiencia el hecho de celebrar la edición en primavera porque antes se celebraba regularmente en otoño”. También destacan, como novedad, el hecho de tener que adaptarse a los horarios y a las restricciones. Además, este año han creado un concurso de cineastas llamado ‘CurtÀneu Express: en 12 horas’ donde los y las participantes tienen que rodar y montar un cortometraje de 4 minutos en diferentes lugares de les Valls d’Àneu.

Un futuro lleno de oportunidades y nuevos modelos

Xavier Rigola deja la puerta abierta a nuevas oportunidades futuras, teniendo en cuenta las posibilidades que se abren a pesar de las consecuencias negativas de la pandemia: “Toda nueva situación tiene que ser una nueva oportunidad de mejora.” Según Ramon Alaró, “superar las trabas siempre nos hace mejores.” Desde su posición expresa que el modelo híbrido, vigente ya a otros muchos festivales y muestras, no es una opción válida para su festival porque antes de la llegada del CurtÀneu, el único cine que consumían los y las habitantes de la Vall d’Àneu era a través de las plataformas en línea y de los servicios de VOD. Es por eso que defienden la experiencia presencial de ir el cine por encima de la experiencia a través de una pequeña pantalla: “la gente lo que quiere es ir a las salas de cine.”

El entusiasmo del público

El FESTIMATGE destaca por combinar varias disciplinas culturales, como la fotografía y el cine. Cada año atrae a un público cada vez más amplio. “El FESTIMATGE ha estado y estará abierto a cualquier tipo de corriente fotográfica”, según nos explica Rigola, y “el público responderá como lo ha hecho siempre y será entusiasta, dependiendo del grado de libertad de movimiento que dicten las autoridades sanitarias al respecto”.

La importancia de la descentralización de la cultura y del establecimiento de complicidades

Algunos festivales y muestras de cine no dejan de hacer actividades y proyecciones a lo largo del año. Ponen en valor su tarea como canales de cultura y puntos de encuentro. Por ejemplo, la organización de CurtÀneu contempla, dentro de sus planes de futuro, hacer algunas actividades paralelas durante el año para promocionarse. Alaró nos adelanta que ya está previsto tener presencia en el festival artístico Terra Roja que se hará este verano en Vilamur, en el Pallars Sobirà. Desde el FESTIMATGE, Rigola afirma que seguirán colaborando con las entidades locales de Calella: “el tejido asociativo de nuestra ciudad siempre funciona mediante una constante colaboración.”

El CurtÀneu se encuentra en les Valls d’Àneu, lejos de la capital condal, donde se celebran un gran número de festivales y muestras de cine populares y de renombre internacional. Desde su creación, en 2006, la muestra ofrece la cultura a los habitantes del territorio más próximo. Ramon Alaró confirma que para la ciudadanía de los territorios más rurales es importantísimo que haya oferta cultural. También es imprescindible encontrar complicidades con las administraciones para poder hacerlo posible: “Las administraciones enseguida se pusieron de cara ante el proyecto CurtÀneu”. En su caso, la incertidumbre generada por la pandemia ha sido una de las principales afectaciones. Alaró explica que, en el caso de les Valls d’Àneu, la creación de acontecimientos culturales es posible gracias al gran nivel cultural de la zona y destaca otros festivales importantes, como el Dansàneu y el Esbaiola’t.